Protocolo en la mesa, el mantel

 

Según el RAE el mantel es: Cubierta de lino, algodón u otra materia, que se pone en la mesa para comer.
Sea cual sea el tipo de mesa que vamos a "crear" no debemos olvidarnos de los detalles fundamentales que son básicos en cualquier mesa como es la colocación de mantelería, cubiertos, vajilla y cristalería.

Actualmente y debido a las prisas a que se presta menos atención en comidas caseras se evita poner mantel y en el mejor de los casos se ponen salva platos de plástico, papel o tela, esto no es muy adecuado, al menos en una mesa medianamente formal y se debe crear el habito.

El mantel se ha utilizado desde tiempos muy antiguos para cubrir y proteger las mesas. También por higiene y limpieza. Evita que las bebidas, líquidos que caigan manchen y estropeen la mesa, también sirve para tapar daños ocasionados antes y sobre todo como decoración, el mantel debe ayudar a que las viandas expuestas sea apetitosas, por eso suelen ser blancos o de colores claros y las servilletas del mismo tono y color. Otros colores no se deben emplear, salvo casos muy especiales como navidad o cumpleaños o fiestas similares. El mantel es el vestido de gala de la mesa y debe realzar no sólo las comidas si no todo lo dispuesto, vajilla, cristalería, loza, cubiertos y decoración.

Su utilidad no solo se centra en lo dicho, es el receptor de migas y sobras de la mesa, así el suelo no se llenara de esos restos. Por protección de la mesa, para evitar ruidos molestos, o salvar de quemaduras, se suele poner un bajo mantel o muletón.

El mantel no debe tener arrugas y debe estar muy limpio, bien dispuesto que sobresalga de la mesa como mucho hasta un tercio de la mesa hasta el suelo, no así el salva mesas o muletón, que debe cubrir exclusivamente la mesa sin ser demasiado grueso y que cubiertos y cristalería bailen ante cualquier movimiento.
El mantel debe estar simétricamente puesto, que no exceda o quede corto de ningún lado. Es el lienzo donde irán las bellas decoraciones y platos presentados.

En la Edad Media era de buen ver el limpiarse las manos con lo sobrante del mantel, poco a poco y por higiene se impuso el complemento al mantel, las servilletas, es decir manteles de servicio personal. Estas deben ser del mismo tejido, color y diseño que el mantel y suelen tener de 50 a 60 centímetros por cada lado, se deben de poner a la derecha del plato, aunque hay opiniones que difieren sobre el tema. Deben usarse con discreción, no son una bandera, se debe depositar sobre las piernas y usarlas con discreción y elegancia y una vez terminada la comida o cena se deben depositar sin doblar de la zona en que salieron. Las servilletas no han de ponerse nunca dentro de las copas, deben estar dobladas en cuadrado o en forma triangular. En una comida o cena más formal deben tenerse servilletas de reserva para poder sustituir las muy manchadas.

En otras culturas el mantel no es común, tal sólo en el protocolo occidental esta impuesto. El mantel ya era empleado por sacerdotes griegos y romanos como símbolo de respeto a sus ofrendas y en cierto modo una comida o cena se centra en ofrecer alimentos que alimentan al cuerpo.
Os ofrecemos una serie de recetas con que llenar un bonito mantel y darle contenido, para ello os sugerimos la ensalada Waldorf, las hamburguesas de bacalao, el tronco de carne picada al aroma de puerros, el cordero moussaka o el flan de queso Mascarpone.

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