Cuesta de Enero

 

Enero quizá sea el mes de una puesta a punto, de comenzar con los nuevos propósitos que nos marcamos, de la recuperación física y un reajuste en nuestros bolsillos después de las fiestas y compromisos sociales que nos dejan tanto la tarjeta de crédito temblando como, para colmo de males, algún que otro michelín imprevisto. Para superar este bache y llegar a febrero con comodidad, os vamos a recomendar cinco recetas bajas en calorías que casaremos con cinco vinos de menos de cinco euros.

Crudités en salsa de mostaza. Se prepara con un surtido de verduras que se bañan en un aliño de cebollitas, huevo, mostaza, nata y limón. Encontramos acidez en las cebollitas, mostaza y limón, el lácteo de la nata y un maridaje complicado en el huevo. Lo adecuado sería maridar el plato con un vino que no acuse demasiado la acidez y tenga un punto de dulzor, el catalán Vinya Bohigas Blanc de Blancs 2005 podría acompañar perfectamente.

Crema de calabacín. Un clásico para los días de invierno, contiene la suavidad del calabacín y del puerro incluso de los quesitos que aportan el toque lácteo pero sin resaltar como lo haría otro tipo de queso. El Canforrales Airén 100 años 2005 le daría un punto de viveza que acompañaría sin estridencias esa suavidad característica del plato.

Habas con Jamón. En esta receta encontramos un ligerísimo amargor en las habas y el salado del jamón equilibrados con dulzura por la zanahoria y la cebolla, podríamos decir que el plato de por sí ya está en armonía con lo cual lo casaremos con un vino que vaya en consonancia con ese equilibrio, un rosado clásico navarro como el Homenaje.

Lentejas estofadas. Otro plato adecuado a estos días invernales, unas sencillas lentejas acompañadas de acelgas, cebolla y zanahorias, perfumadas de laurel, pimentón y ajo. La legumbre y las verduras aportan la suavidad y el condimento la chispa suficiente como para dejarse acompañar por un vino con personalidad, el Monastrell 2005 elaborado con la uva del mismo nombre típica de su DO Yecla.

Musaka de berenjenas. Variante de quizá la más famosa receta griega, a la que se añade carne picada, pero que en esta ocasión se obvia y se deja en una versión vegetariana no menos apetecible. Encontramos el amargor de las berenjenas, si queremos rebajar ese amargor es preciso cortarlas previamente, rocíarlas con sal y dejarlas llorar una media hora hasta que se libran de la amargura y quedan más sabrosas, encontramos también acidez en el tomate y el toque difícil del queso. Casamos nuestra musaka con otro vino de personalidad casi vecino del anterior, El Laderas del Seque 2005, de la cercana DO Alicante.

Nuestra recomendación esta vez es probar a sustituir en los guisos las clásicas legumbres por otras no menos interesantes: lentejas rojas, soja blanca o verde… cocinándolas de igual manera. Un pequeño cambio que nuestro paladar agradecerá.

Esther Britos
www.enocircuit.com


Maridajes Recomendados:

Crudités en Salsa de Mostaza: Vinya Bohigas Blanc de Blancs 2005, Bodegas Fermí Bohigas , DO Cataluña

Crema de Calabacín: Canforrales Airén 100 años 2005, Bodegas Campos Reales, DO La Mancha

Habas con Jamón: Homenaje Rosado 2005, Bodegas Marco Real, DO Navarra

Lentejas Estofadas: Monastrell 2005, Bodegas Castaño, DO Yecla

Musaka de berenjenas vegetariana: Laderas de El Seque 2005, Laderas de Pinoso, DO Alicante

Enlaces relacionados:
Vino de Yecla
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