Cocina Noruega y vinos españoles

 

Toda cocina tradicional basa su variedad en sus recursos naturales, en el caso de la cocina noruega estos recursos se encuentran marcados por las frías temperaturas, la baja insolación y la presencia de bosques y mar. 

La patata es quizá el ingrediente más utilizado y junto al pan constituye el aporte de hidratos de carbono más importante en la dieta noruega, además de servir en la elaboración de un licor: el aquavit, un destilado de patata y comino, que se toma en la sobremesa. Respecto al salmón, su reputación le precede con unas exportaciones que no cesan de crecer, siendo la principal demanda de este producto la que realiza la UE aunque también se han visto incrementadas las exportaciones a los países asiáticos. Arenques y huevas de pescado, así como bacalao o truchas poseen también una extraordinaria calidad y fama y pueden encontrarse con facilidad en muchos mercados internacionales. En cuanto a las carnes, si el reno es ciertamente muy representativo, acompañado en el asado con manzanas verdes, lo más característico de esta cocina son las albóndigas y más concretamente en su versión gigante: el albondigón, que se acompaña de una especie de besamel ligerita y guarnición de verduras cocidas. Las frutas del bosque no sólo sirven de postre sino que se utilizan para elaborar salsas y compotas, bien para acompañar unas galletas de jengibre o como acompañamiento de carnes.

En cuanto a la cocina moderna noruega, la nueva generación de cocineros parece interesada en renovar las recetas tradicionales y adaptarlas a los gustos de hoy en día poniendo especial énfasis, en la promoción de los productos de mar noruegos.

Volviendo al tema de que toda cocina tradicional tiene su origen en los recursos disponibles, en Noruega la ausencia de viñedos hizo que se desarrollara la industria cervecera, no obstante en esta entrega acompañaremos nuestras cinco recetas noruegas con cinco vinos españoles.

Abriremos con la fresca ensalada de pasta, salmón, aceitunas y sucedáneo de caviar que maridaremos con un rosado de Cigales que aporte frescor, el Docetañidos. Seguimos con los arenques con nata en los que es de destacar la sal y amargor de los propios arenques así como de las alcaparras con lo cual maridaremos con un blanco semidulce catalán que apacigüe esa amargura, el San Valentín. El mismo criterio seguiremos para maridar las albóndigas de pescado en las que la presencia de un producto difícil como ya hemos visto en entregas anteriores como es el queso, unido a las alcaparras y la presencia de nuez moscada también sería recomendable amansarlo con un poco de dulzor proveniente de otro vino blanco semidulce, esta vez riojano, el Viña Albina. La remolacha que encontramos en el plato de carne Frikandeller le va a aportar un toque dulce, para emparejarlo podemos sugerir un Ribera del Duero que en este caso aporta un sorprendente y atípico punto mineral, el Dominio de Atauta con el fin de que ni dulzor ni salinidad destaquen y si se complementen. Para finalizar, el guiso de paletilla de cordero lleva una guarnición de col, toque amargo, que equilibraremos con la golosa personalidad del Maduresa 2000.

Esther Britos

ENOCIRCUIT
www.enocircuit.com

Maridajes Recomendados:

Ensalada noruega: Docetañidos Rosado 2003, Bodegas Lezcano Lacalle, DO Cigales

Arenques con nata: San Valentin Semidulce 2004, Bodegas Torres, DO Cataluña

Albóndigas de pescado con salsa de queso alcaparras pescado nuez moscada: Viña Albina Semidulce 98, Bodegas Riojanas DO Ca La Rioja

Frikadeller patatas carne remolacha: Dominio de Atauta 2004, DO Ribera del Duero

Paletilla de cordero con coles: Maduresa 2000, Celler del Roure, DO Valencia

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